Noqayku: el sujeto colectivo andino

El individuo, en sentido occidental, para la filosofía andina no existe: la relacionalidad es constitutiva para la identidad antropológica andina.

La proposición básica de la antropología (runasofía) andina no podría ser «Cogito ergo sum«, sino sería «Celebramus ergo sumus«.
El modo primordial de relacionarse en y con el mundo es la celebración (símbolo, ritual), y el ‘sujeto’ que se relaciona siempre ya es relacional en si mismo (‘nosotros’)
En los Andes, la entidad colectiva fundamental es el ayllu, la unidad étnica de las comunidades campesinas.
El ayllu es la ‘célula de la vida’, el ‘átomo’ celebrativo y ritual, pero también la base económica de subsistencia.
El runa se refiere a los miembros del ayllu por medio de la forma pronominal del sujeto exclusivo noqayaku (nosotros) para diferenciarse de los miembros de otros ayllus, de los mistis (mestizos) y de los wiracochas (blancos).
El sujeto humano primordial en el contexto andino no solo es un sujeto colectivo (nosotros) sino que se define además frente a otro sujeto colectivo.
Noqayku quiere decir ‘nosotros como distintos de ustedes‘, y se define en términos de reciprocidad, complementariedad y correspondencia.
Los principios éticos sociales andinos tienen como punto de referencia los nexos ‘naturales’ de la consanguinidad, del padrinazgo y compadrazgo y del ayllu, antes que los nexos ‘conscientes’ de la amistad, del amor al próximo y de la solidaridad con el foráneo.
Las relaciones ‘naturales’ son de calidad ética primordial porque es en ellas donde se juega la ‘justicia’ y el equilibrio social y cósmico, porque el sujeto en sentido último es pacha, el universo ordenado e interrelacionado.

Fuente: Josef Estermann, Si el sur fuera el norte

Deja un comentario